
Los restos estuvieron cuatro años en la morgue de Puebla, hasta julio de este año, cuando su familia vio el nombre en la lista de cuerpos recientemente identificados.
Después de varios años sin tener noticias de su esposo, Ana María Márquez López y sus hijos descubrieron que había muerto y que llevaba cuatro años sin ser identificado ni reclamado en la morgue de Puebla. Aunque inició el proceso para la devolución del cuerpo, aseguró que desde hace casi dos semanas no ha recibido respuesta de la Fiscalía General del Estado (FGE).
La mujer compartió que desde el inicio enfrentó trabas por no contar con recursos económicos para darle sepultura a su pareja, por lo que pide apoyo para poder despedir al padre de sus cuatro hijos.
Para El Sol de Puebla, la entrevistada, de 55 años, relató que hace una década se separó de su esposo, Álvaro Gómez Cuatenco, aunque nunca se divorciaron; él tuvo otras parejas y dejaron de verse para evitar conflictos. La última vez que supieron de él, dijo, se encontraba bien.
El 29 de julio de 2025 su familia descubrió que su nombre aparecía en la lista de cuerpos recientemente identificados y que permanecían como desconocidos en el Servicio Médico Forense (Semefo) o bien en el Centro de Resguardo Provisional de Cadáveres, conocido como Panteón Forense.
“Uno de mis hijos estaba en su celular y me llamó con urgencia porque había encontrado una fotografía de su padre. Me mostró una página de internet y en el número 15 apareció él. Entré y lo confirmé. Me fui con mi hija al Semefo y ahí nos preguntaron qué éramos de Álvaro; les expliqué, hicieron la búsqueda y confirmaron los datos de mi esposo. Les cuestioné por qué no habían notificado si ya sabían dónde vivía, pero solo me respondieron que no tenían esa información, que parecía que había cambiado su credencial de elector recientemente”, detalló.
Tras la entrevista, Ana María fue citada para el 19 de agosto; sin embargo, solicitó una fecha más próxima y logró ser atendida el día 11, cuando entregó documentación. Posteriormente, como no recibió llamada de seguimiento, el 14 de agosto acudió al Ministerio Público en la Coordinación de Homicidios en el Infonavit Agua Santa. Ahí le indicaron que debía trasladarse a la agencia de la avenida 105 Poniente, en la colonia La Popular.
En ese lugar le confirmaron que tenían el expediente del caso y le entregaron un oficio para solicitar la exhumación del cuerpo, documento que debía llevar al Semefo. Ahí, le dijeron que no tenía por qué haber sido ella quien lo entregara, sino el MP. Finalmente lo recibieron y le indicaron que tendría respuesta en 12 horas. El 15 de agosto debió recibir una llamada, pero hasta el 25 de agosto seguía sin tener noticias.
Álvaro fue hallado muerto en 2021
La mujer relató que lo único que sabe es que su esposo, de 52 años, fue encontrado sin vida el 10 de enero de 2021 en una cisterna cerca de una obra en construcción al sur de Puebla. Murió por ahogamiento, aunque no se determinó si se trató de un accidente o de un homicidio.
Le informaron que no podía cremar el cuerpo y que debía sepultarlo, pero al explicar que no tenía dinero, recibió como respuesta que debía regresar “cuando juntara (el dinero) para enterrarlo”.
“Le dije a la señorita que yo no tenía dinero y me contestó que entonces, cuando juntara, regresara. Le expliqué que ya no vivía con nosotros y que reclamaba el cuerpo por humanidad, por mis hijos. Me respondió que tenía que dar el nombre del panteón, la funeraria y llevar botas especiales y cubrebocas”, relató.
Por su bajo salario, Ana María tuvo que pedir prestado para los gastos funerarios, aunque aún le faltan alrededor de 3 mil 500 pesos.
La funeraria le niega apoyo
La mujer comentó que su esposo trabajaba en un recinto funerario, donde le negaron ayuda para los gastos, argumentando que ya no laboraba ahí. Sin embargo, en documentos del Seguro Social aparece con alta en marzo de 2020 y baja el 18 de febrero de 2021, cuando ya había fallecido.
Acudí a la funeraria para pedir su finiquito y el traslado, pero dijeron que había sido dado de baja. En los papeles del seguro social aparece que todavía estaba registrado antes de su muerte. No quieren apoyar en nada