
La decisión de Morena de aplazar nuevamente para el 9 de marzo la publicación de sus precandidatos a diputados locales y presidentes municipales tiene un claro propósito: evitar que los inconformes puedan buscar la nominación de otros partidos o coaliciones, especialmente la opositora Mejor Rumbo para Puebla.
De acuerdo con los análisis de la mesa política estatal de la Cuarta Transformación, en la que participan los dirigentes de Morena, el PT, el PVEM, Nueva Alianza y Fuerza por México, así como el gobernador Sergio Salomón Céspedes y el candidato a sucederlo Alejandro Armenta Mier, la coalición opositora tiene dificultades para registrar candidaturas comunes en algunos de los municipios más importantes de la entidad.
Y es que en varios de ellos estarían esperando qué aspirantes de los que se registraron por Morena para diputados al Congreso del Estado y presidentes municipales quedan fuera, para cacharlos y postularlos por la coalición Mejor Rumbo para Puebla, como candidatos comunes o como candidatos del PAN, el PRI, el PRD o el partido estatal Pacto Social de Integración (PSI).
En el caso de la capital, este aplazamiento puede resultar contraproducente para el que parece el favorito de la cúpula morenista para la presidencia municipal de Puebla: el empresario José “Pepe” Chedraui Budib.
No solo porque se mantendría la incertidumbre, sino porque los aspirantes críticos de éste —entre los que destacan el diputado federal Alejandro Carvajal Hidalgo y la ex presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco— podrían arreciar sus descalificaciones para desgastarlo ante la militancia de Morena mostrándolo como un arribista de la Cuarta Transformación.
Pero además porque no se ve cómo en los días que faltan para que se publiquen los nombres de los aspirantes aprobados para la presidencia municipal de Puebla, pueda construirse una candidatura de unidad o de consenso en torno a Pepe Chedraui que sume a los fundadores de Morena y a los históricos de la izquierda poblana.